El objetivo de la Certificación IFS Food es evaluar si las actividades de procesado de un fabricante son capaces de producir productos que sean seguros, legales y que cumplan con las especificaciones del cliente.
Es por ello que tanto la seguridad como la calidad del producto son componentes esenciales de todas las Normas IFS. La Evaluación IFS se centra en el producto y el proceso y garantiza que se asegura el desarrollo de productos de alta calidad mediante los correspondientes procesos operativos.
Las Normas IFS son estándares globales de seguridad y calidad uniformes que brindan transparencia y comparabilidad a lo largo de toda la cadena de suministro más allá de la producción primaria. De esta manera, IFS se esfuerza por cumplir con todos los desafíos de la globalización, además de la importancia cada vez mayor de las marcas privadas de las que son responsables los distribuidores. Una certificación IFS facilita la reducción de costes por auditorías repetitivas y además respalda la gestión de la compañía mediante informes uniformes y una base de datos moderna y fácil de utilizar.
Alcance de la norma
La Norma IFS Food es aplicable a los fabricantes de productos alimentarios y solo se puede utilizar para compañías que procesen alimentos y/o compañías que envasen productos alimentarios.
La Norma IFS Food se complementa con otro documento normativo, la Doctrina IFS Food. La Doctrina IFS Food proporciona reglas y aclaraciones adicionales sobre la interpretación de algunos requisitos de IFS Food.
Proceso de certificación
Es necesario que las compañías se preparen bien con suficiente antelación para una Certificación IFS Food, que comprende los diferentes pasos que se muestran en el ANEXO 2 del Protocolo de Certificación.
La Evaluación de IFS es una parte crucial del proceso de certificación, ya que la compañía y sus procesos de producción se compararán contra todos los requisitos especificados establecidos en la Parte 2, con el fin de evaluar el cumplimiento de los productos y los procesos de producción.